
Ha llegado a mis manos este pequeño escrito. Desconozco su fuente pero susribo casi cada palabra. Ahí os lo dejo para ponernos un poco serios...Porque nuestra profesión aunque debe estar envuelta en risas y sonrisas, debe tener un fondo muy consciente y acorde cn la responsabilidad que supone atender integralmente a niños de entre 3 y 6 años.
Cuando empecé a enseñar, me preocupaba por mis clases.
Ahora voy aprendiendo a trabajar para la Escuela.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por transmitir el temario completo.
Ahora voy a aprendiendo a trabajar para formar a mis alumnos.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por exigir silencio en clase a mis alumnos.
Ahora voy aprendiendo a trabajar para que mis alumnos
se interesen en mis clases en silencio.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por lo que tenía que decir en mis clases.
Ahora voy aprendiendo a escuchar qué tienen que decir mis alumnos en mis clases.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por exigir puntualidad a mis alumnos para iniciar las clases.
Ahora voy aprendiendo a terminar mis clases puntualmente.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por exigir a mis alumnos que leyeran a menudo.
Ahora voy aprendiendo a leer de vez en cuando a mis alumnos.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por exigir que mis alumnos me respetaran.
Ahora voy aprendiendo a respetar a mis alumnos.
Cuando empecé a enseñar,
me preocupaba por hablar de Dios, de vez en cuando en mis clases.
Ahora voy aprendiendo a trabajar para que descubran a Dios en mi vida.
Cuando empecé a enseñar, me preocupaba por ser un buen profesor.
Ahora voy aprendiendo a trabajar para ser un buen educador.
FELIZ CURSO 2010-11
Qué importante es saber ponerse en el lugar del otro, aunque el otro sean esos pequeños monstruillos...
ResponderEliminarUn abrazo! :-)