jueves, 17 de febrero de 2011

Límites, el principio de todo.



Decálogo para formar un delincuente

En la educación de los hijos la imposición de límites es necesaria. Más que necesaria es imperativa, es el comienzo de todo.
Si esta no siempre fácil tarea la eluden padres (sobre todo) o profesores, (en mucha menor medida) serán policía y justicia las que asuman tal responsabilidad en un futuro más cercano que lejano. Si ese momento llega supone el naufragio del proceso educativo, la peor de las derrotas de los que nos dedicamos a esto de educar a las generaciones de nuestro relevo... Y lo peor de todo: nadie nos podrá quitar el amargo sabor de haber llegado demasiado tarde a un lugar donde nos esperaban.

Hace ya bastante tiempo y al hilo de lo que nos ocupa, que el conocido juez de menores de Granada D. Emilio Calatayud Pérez difunde un decálogo para padres que resulta doloroso por su verdad. Da que pensar.

Si lo que quiere es conseguir un perfeco delincuente en casa, sólo tiene que seguir los consejos del siguiente decálogo:
  1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
  2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
  3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
  4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
  5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
  6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
  7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
  8. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
  9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
  10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

4 comentarios:

  1. Brillante. Me tomo buena nota para mi futura paternidad. ¡Gracias por compartirlo! :D

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  2. Siempre me ha suscitado soberana desconfianza los maestros que creen que tienen que darles lecciones a los padres sobre cómo educar a sus hijos en sus casas. Ni que no fuésemos todos adultos y responsables-conscientes de nuestros actos y sus consecuencias.
    Un saludo de una maestra y madre.

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  3. Estimada amiga anónima,,, No se trata de dar lecciones a nadie; se trata de orientar a quien bien quiera escuchar siempre y cuando no lo sepa todo. Saludos.

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