
Gastronomía exótica
Haces unos días, comentando en tertulia de maestras anécdotas recientes, un compañero contó que no hace mucho un peque le vino a primera hora con esto:
-¿Sabes profe?
-No, dime.
-Hoy traigo un almuerzo sano.
-Ah sí, qué bien. ¿Qué traes?
-Frutos suecos...
-¿Cómo?
-Frutos suecos...
El profe, sorprendido pensó que la madre había comprado algo "exótico de los hielos" en la frutería del barrio o que había encontrado la manera de "venderle" a su hijo la fruta para almorzar... Pero sí, avispado lector, su sorpresa fue cuando a las diez y media el peque en cuestión sacaba una rica bolsa de almendras, cacahuetes y avellanas que no sabemos si son suecos pero si secos. :D ¡Qué grandes son!
Haces unos días, comentando en tertulia de maestras anécdotas recientes, un compañero contó que no hace mucho un peque le vino a primera hora con esto:
-¿Sabes profe?
-No, dime.
-Hoy traigo un almuerzo sano.
-Ah sí, qué bien. ¿Qué traes?
-Frutos suecos...
-¿Cómo?
-Frutos suecos...
El profe, sorprendido pensó que la madre había comprado algo "exótico de los hielos" en la frutería del barrio o que había encontrado la manera de "venderle" a su hijo la fruta para almorzar... Pero sí, avispado lector, su sorpresa fue cuando a las diez y media el peque en cuestión sacaba una rica bolsa de almendras, cacahuetes y avellanas que no sabemos si son suecos pero si secos. :D ¡Qué grandes son!
No hay comentarios:
Publicar un comentario