domingo, 20 de septiembre de 2009

El Llanero solitario


Descabalgando al gran jinete

Corren días de llantos, sollozos y brazos tendidos en las aulas de infantil 3 años. Como es lógico, a unos cuantos nanos el argumento de "vas ya al cole de los mayores" no les basta y pasa lo que pasa: el peque se queda llorando a pleno pulmón y papá o mamá se van con los ojos como brotolas. Los pobres no saben que en el minuto 0,2 ( ;) ) a la inmensa mayoría se les pasa. Es de ley.

Hablamos de una generalidad, pero hay una curiosa comunidad de pques que son tan genuinos como los curtidos vaqueros del FarWest. Los llamaremos llaneros, llaneros solitarios... .... Tiruri, tiruri... Amigo, con esos la partida empieza más bien pronto :) .

¿Porqué lo de llaneros?

Sencillamente, porque se les ve a la legua que están acostumbrados a campar a sus anchas independientemente de cuan grande sea la llanura, estepa o desierto por los que han cabalgado hasta la fecha. Les quedan poquitos territorios que conquistar y generalmente se autoproclaman con un : -"Yo soy la ley" (a veces de manera silenciosa y todo). Grrrrrrrr........ .

¿Por qué lo de solitarios?

La explicación es también sencilla: porque no necesitan a nadie. Ellos solitos se bastan para hacer exactemente lo contrario de lo que propone el supuesto Sheriff del Condado.
Que vamos a la asamblea a contar un cuento, pues al llanero le da por descansar plácidamente en su silla de su particular saloon.
Que vamos a sentarnos para hacer nuestra primera pintura de dedos, pues le verás explorando los distintos rincones del aula... esos a los que no hizo ni puñetero caso media hora antes cuando todos estaban invitados.
Que vamos a hacer una bonita fila para salir al patio, él cabalgará todo lo lejos que su caballo le lleve .
Que estamos al fin todos calmados y atentos pues para él es el momento de gritar con la ayuda de los elementos y el llanto: ... ¡Quieroooo mi mamaaaa! .... Una maravilla.

Después de unos días de mutuo tanteo... Al final se cumple lo que todas las crónicas anunciaban desde el principio: las miradas del llanero y del sheriff se cruzan para mantenerse; el reloj se detiene.
El duelo puede ser largo o corto , exposivo o implosivo... pero una sola cosa es cierta: uno de los dos quedará reforzado para siempre. Y así será.
Afortunadamente, cada mañana sale el sol, y el sherriff logrará en la mayoría de los casos imponer sus livianas normas, aun a sabiendas de que el que ha sido llanero siempre lo será. Nuevos encuentros están asegurados :) .

XD... No te piredas la próxima semana el segundo capitulo del serial.

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